Por lo que dice un estudio científico, hay 36 preguntas que si lo haces con alguien desconocido, os enamoraréis. Empiezan con preguntas básicas que contestarías a cualquiera que te preguntase y termina con preguntas que o bien lo sabe una o dos personas o simplemente no lo sabe nadie. Por lo que la confianza va aumentando poco a poco sin apenas darnos cuenta de como evoluciona.
Yo lo comprobé con un amigo y... bueno, os diré cual ha sido el resultado después de contar un poco de qué va la cosa.
Para empezar, hay que aclarar algo. Estas preguntas realmente NO fueron escritas con intención de enamorar a la gente, sino para que la confianza entre dos personas aumente y usarlos en ambiente de trabajo. Pero bien es cierto, que en el estudio realizado dos de los individuos que realizaron las preguntas, finalmente terminaron por casarse 6 meses después de hacer el cuestionario. También hay otro caso que se dio fuera del estudio y tiempo después de él. Una escritora, Mandy Len Catron, las usó como método para enamorarse y escribió un artículo sobre ello.
Lo realizó con un chico al que lo conocía de vista de la universidad. Realmente conocía poco de él. Un día quedaron a cenar y fue entonces donde comenzó la prueba. Después de dos horas contestando preguntas tocaba mirarse a los ojos durante 4 minutos. Como estaban en un bar con gente, decidieron irse a un puente cerca de ese bar. Después de 4 minutos todo terminó. (Enlace del artículo: http://verne.elpais.com/verne/2015/01/21/articulo/1421856772_939357.html)
Uno de los días, estaba pensando un tema para hablar en el blog y leí el artículo de las preguntas. Siempre he sido una persona un poco indecisa por lo que le pregunté a varias personas con las que estaba hablando. Un amigo mío me dijo que no sabía nada de ello por lo que le expliqué un poco de qué iba. Al terminar me dio su opinión y me preguntó que si lo hacíamos, que por probar no pasaba nada y yo acepté. Cuando quedamos, yo llevaba las preguntas en mi móvil y comenzamos a contestarlas. Es cierto que en el estudio o cuando lo hizo Mandy estaban a solas y no hubo cortes entre una pregunta y otra, pero en nuestro caso estábamos con otra amiga nuestra y hubo algunos cortes. La verdad es que fuimos contestando poco a poco. Cada vez estaba como más metida en las preguntas. Soy una persona que confía demasiado rápido en las personas y con las preguntas pues como me fue más fácil de lo normal hablar sobre lo que me preguntaba. Finalmente terminamos las preguntas y decidimos hacer lo de mirarnos durante 4 minutos. 4 minutos en los que hubo risas gracias a nuestra amiga y en los que no apenas podía sostenerle la mirada.
Después de terminar la última parte, sentí como que algo había cambiado, en el aspecto de que teníamos más confianza entre nosotros, digamos que algo "raro".
Lo peor de la prueba para mi fue mirarle a los ojos. Recuerdo que le dije que me gustaban sus ojos pero también recuerdo que me imponía, no se el porqué, pero cuando estábamos mirándonos me sentía diminuta. Al principio podía mirarle bien aunque sin aguantar las risas pero cuando llevábamos dos minutos no era capaz de aguantarle la mirada, me costaba. Aparté varias veces la mirada como un acto reflejo.
Cuando pasó el tiempo y terminamos, es cierto que me sentí relajada pero también es cierto que me gustó esos minutos. Supongo que es porque ahora con los avances tecnológicos estamos olvidando lo que es hablar con una persona cara a cara y mirarse a los ojos. Pensar que esa persona nos está dedicando tiempo de su vida, tiempo que podría gastar haciendo otras cosas, lo está gastando contigo, hablando o mirándote como en el estudio. Así que estuvo bien hacerlo y conocerlo un poco más.
Y hasta aquí la entrada de hoy. Ya sabéis, el recuadro de comentarios abajo para decid que pensáis sobre las preguntas. ¡Gracias por la visita y no olvidéis volver pronto!:)
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